La avenida Javier Prado, una de las más importantes, extensas y transitadas de Lima y del país, requiere con urgencia una línea de metro. No es admisible que diariamente, al mediodía y al atardecer, miles de vehículos se queden atascados en sus pistas, y tarden más de dos horas en recorrer el tramo entre Jesús María y La Molina, cosa que debería tomarles apenas la cuarta parte de ese tiempo.
Es una situación absolutamente irracional, y que, por ser de larga data y recurrente, implica una enorme cantidad de horas-hombre perdidas, y un desmedido consumo de combustible. Además, atenta contra el bienestar de cientos de miles de personas que, en lugar de poder transitar fluidamente hacia sus centros de trabajo o sus hogares, se ven obligadas a quedar, cada día de la semana, inmovilizadas en sus vehículos. Se trata, en suma, de una imperdonable muestra de ineficiencia en lo que respecta a desplazamiento urbano.
Las imágenes adjuntas, captadas en las primeras horas de la tarde, ciertamente no reflejan ni remotamente la magnitud del problema, aunque sí permiten darse una idea al respecto, pues si tan sólo en esas tranquilas horas circulan los numerosos vehículos que en ellas se aprecia, ya se podrá imaginar lo que ocurre en las horas punta, en que un verdadero mar humano y de autos inunda la avenida.
La situación descrita es resultado de varios factores que sin duda son positivos. Uno de ellos ha sido el crecimiento del parque autlomotor, que, de la mano de la mejora de la capacidad adquisitiva de la población y las cada vez mayores facilidades crediticias, alcanzó en los últimos años tasas impresionantes. Otro ha sido la explosión inmobiliaria, que ha llenado de grandes edificios (tanto residenciales como de oficinas), centros comerciales, centros médicos y establecimientos diversos la zona por las que discurre la avenida en mención.
No es coincidencia que allí se ubiquen los dos edificios más altos del país, y que estén en construcción otros dos que pronto los superarán en magnitud. No en vano San Isidro, distrito cruzado por la avenida, es el centro financiero de la ciudad. Tampoco es casualidad que a la vera de dicha arteria estén las sedes del Museo de la Nación, la Biblioteca Nacional, el Gran Teatro Nacional, la Asociación de Exportadores, el Ministerio de Educación y el Hospital del Niño.
La Línea 1 ya cruza la avenida Javier Prado; la Línea 4 debería transitar debajo de ella.
A todo lo dicho se agrega la Línea 1 del Metro, que tiene en Javier Prado una de sus estaciones con mayor flujo de pasajeros. Y la situación se complicará cada vez más, considerando que el boom de los grandes edificios, antes centrado en San Isidro, comienza a extenderse también hacia Surco y La Molina, lo que hará cada vez más insostenible el problema del tránsito. Existe, como vemos, un gran problema, que requiere una solución acorde con su magnitud. Y nada mejor, a tal efecto, que una masiva, eficiente y descongestionante línea de metro.
Estando en evaluación las líneas que se sumarán a la ya operativa Línea 1 y a la futura Línea 2, creemos indispensable considerar hechos como los aquí descritos y que se tome, para contribuir a resolverlos, la sensata decisión de hacer pasar por la referida avenida la Línea 4, prevista para que una el Callao (en la zona del aeropuerto Jorge Chávez) y el distrito de Ate. La avenida Canadá, señalada en algunos estudios como la ruta a seguir, no puede reemplazar (ni por su nivel de importancia ni por el recorrido que sigue) a la que sin duda es una de las principales vías de tránsito de la capital y de todo el territorio nacional. Cualquier proyecto que pudiera interferir en la ejecución de esta fundamental obra debería ser reevaluado.
Imágenes: Google Maps
Video: VictorHugoAE
http://desarrolloperuano.blogspot.com/2014/09/javier-prado-requiere-metro.html
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