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Cornejo asegura que este semestre MTC licitará la continuación de vía ferroviaria
El problema de contraposición entre la ruta alimentadora del Metropolitano y el segundo tramo que seguirá el tren eléctrico aún no se soluciona del todo: ambos insisten en ocupar las mismas vías para completar su recorrido de la avenida Grau (Cercado) hasta la avenida Próceres de la Independencia (San Juan de Lurigancho). Ahora negocian la forma de compartir el servicio.
Como lo informó El Comercio, existen dos ordenanzas de la Municipalidad de Lima que declaran esta ruta como zona de reserva para el tren, pero el concejo mantiene la intención de dar en concesión la zona para el corredor del Metropolitano.
Sin embargo, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), Enrique Cornejo, confirmó a este Diario que el segundo semestre de este año será licitada la continuación de la Línea 1 del tren. “Ya hemos dispuesto que se haga un concurso para elaborar los estudios de la fase 2. Hacia agosto o setiembre estaremos en condiciones de presentar un proyecto de ingeniería sobre el particular”, agregó.
Aunque ello podría entenderse como que el concejo limeño será el que dé su brazo a torcer, Oswaldo Plasencia, director ejecutivo de la Autoridad Autónoma del Tren Eléctrico (AATE), sostuvo que el Metropolitano y el tren no son proyectos excluyentes, sino complementarios, “y el Gobierno y el municipio tienen la intención de continuarlos en paralelo”. Sin embargo, para ser complementarios tendrían que cruzarse o interconectarse, condiciones que por el momento no están previstas.
Nos comunicamos con voceros de Pro Transporte para conocer qué propuesta manejan para que ambos sistemas de transporte no compitan por los pasajeros, pero no hubo respuesta.
Se eliminó un millón de ratas
En diálogo con Radio Capital, Oswaldo Plasencia, director ejecutivo de la Autoridad Autónoma del Tren Eléctrico (AATE), indicó que debido a las obras en el cruce de las avenidas Aviación y Grau se eliminó nada menos que un millón de ratas que habitaban en forados de la vía. “Se calcula que hemos erradicado al menos un millón de ratas que ponían en riesgo la salud de los habitantes de la zona”, indicó. Para ello tuvieron que rociar en las zanjas un químico seco que sirvió como veneno.
El Comercio
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