Se ha convertido en piñata de la prensa. Los retrasos y problemas en su implementación mojan tinta y se llevan cámaras. Pero, a pesar de todo, El Metropolitano es un sistema de transporte masivo que la embotellada capital del país necesitaba con urgencia. Y con el tiempo es muy probable que revolucione la forma en que viajan los limeños de a pie. Por ahora basta con ver los semblantes de los pasajeros retratados en esta páginas, de seguro acostumbrados a sufrir el caos de colectivos y combis. Ahora viajan viendo telenovelas –o los partidos del Mundial– y se guían por letreros de entrada y bienvenida en castellano y también en inglés (Gateway, Welcome!). Seguro que en un futuro esta ciudad de nuevos migrantes también leerá las señales en quechua.
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