Como la del ex presidente Alan García, quien vía Twitter recurrió a una fórmula que sería pertinente y oportuna si no fuera por el pequeño gran problema de estar gastada, pues se parece mucho a lo que respondió cuando, hace más de ocho años, estallaron los ‘petroaudios’.
“Muy bien la Fiscalía de la Nación. A la cárcel. Ratas como esas ensucian grandes obras que sirven al pueblo”, tuiteó García ayer parodiando lo que exclamó en la noche del 5 de octubre de 2008: “Cuando aparece alguna rata, ratón o insecto, hay que sancionarlo a su medida, porque no se puede permitir la corrupción”.
Y así este gran Houdini de la política peruana empezó a construir su exitoso túnel de escape de los ‘petroaudios’, no obstante que él se había reunido con ese bucanero dominicano que era Fortunato Canaán, al igual que su secretario de Palacio, su secretaria, su primer ministro, a pesar de lo cual, finalmente, no pasó nada, que es la renovada apuesta frente a Lava Jato.
Ambos, asimismo, han trabajado en varios gobiernos, un dato que es relevante porque sería muy ingenuo creer que las coimas de Lava Jato solo ocurrieron en el gobierno aprista, pues se trata de un fenómeno sistémico aplicado durante muchos años.
También sería ingenuo creer que estos funcionarios de rango intermedio recibían sobornos millonarios solo para ellos, y negarse a imaginar que personas de su jerarquía –pues, como ellos, van a caer varios, de varios gobiernos– actuaban como cobradores de coimas para gente con mucho más poder de decisión.
Esto recién empieza. En breve, los peruanos asistiremos otra vez a un espectáculo deplorable que revelará, como con los ‘vladivideos’, la podredumbre de una política que decide por el soborno.
Eso es lo que hay que desatorar, otra vez en el Perú, con Lava Jato, llegando hasta las últimas consecuencias, caiga quien caiga.
http://larepublica.pe/impresa/opinion/841795-ojala-este-sea-el-comienzo-del-final
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