- Enrique Cornejo
- Candidato a la alcaldía de Lima por el Apra
Se ha iniciado la gestión del nuevo alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio,
y democráticamente le deseamos éxito y esperamos que se mejore la
calidad de vida de los habitantes de la ciudad. Aunque todavía es pronto
para emitir una evaluación de la actuación de la nueva administración,
las primeras declaraciones y acciones nos permiten dar una opinión
preliminar, específicamente en materia de transporte.
Los expertos señalan que una ciudad, a partir de los 3 millones de habitantes, debe tener ya un sistema integral de transporte rápido y masivo. Lima está atrasada 40 años. Por ello, lo que la ciudad necesita es un sistema de transporte integral. Haciendo el paralelo, este debe ser como el sistema circulatorio del cuerpo humano: el corazón debe ser el Metro; las arterias el Metropolitano y los vasos capilares los corredores alimentadores y complementarios. Todos son necesarios, no compiten entre sí y ninguno por sí mismo puede lograr el objetivo de que circule la sangre al corazón y viceversa.
El sistema debe sustentarse necesariamente en el Metro de Lima y Callao (Tren Eléctrico), con todas sus líneas, por tres razones: primero, porque es el que capta la mayor cantidad de pasajeros; segundo, porque implica la infraestructura de mayor complejidad de ingeniería y de mayor costo; y tercero, porque es el estructurador de demanda que se complementa con otras alternativas.
Sobre la base del Metro se deben desarrollar los “corredores segregados de buses” (lo que en Lima se denomina el “Metropolitano”), los corredores alimentadores (por ejemplo, el Corredor Azul), un sistema ordenado de taxis, las vías rápidas urbanas para vehículos particulares y los trenes de cercanías (ya se ha presentado una iniciativa privada para un primer tren entre Cañete y Villa El Salvador). Incluso se deben incorporar mototaxis y bicicletas para completar el sistema.
Conceptualizado el problema de una manera integral, lo primero que habrá que hacer es dejar la "política de compartimentos estancos” que observamos en la ciudad. Para el Alcalde Castañeda, la reforma del transporte se sustenta en el Metropolitano (ha planteado una nueva línea sobre Circunvalación); para la ex alcaldesa Susana Villarán, la reforma se basa en los corredores alimentadores y complementarios (Corredor Azul, Javier Prado, etc.); y, para el Gobierno Nacional (Ministerio de Transportes y Comunicaciones), se fundamenta en el Metro de Lima Y Callao.
Esta manera de ver las cosas debe cambiar urgentemente. Debe buscarse una visión única y coordinada para racionalizar esfuerzos, disminuir costos y evitar lo que ahora ocurre: cada uno va por su lado e incluso con propuestas que se superponen y contradicen. Para ello podría ayudar una propuesta que va ganando consenso: la creación de una Autoridad Autónoma de Transporte de Lima y Callao, que deberá lograrse con el concurso del Gobierno Nacional y los Municipios Provinciales de Lima y Callao.
En el muy corto plazo, se deben completar las obras que el Municipio de Lima debe desarrollar contractualmente para que se inicie la concesión del Metropolitano (todavía no están corriendo los diez años de la concesión), se mejore la oferta de buses y se renegocie el contrato para que las tarifas no estén manejadas por los concesionarios (eso no ocurre en ningún sistema de transporte público).
En el caso de los corredores iniciados por la administración de Susana Villarán, estos deben continuar y mejorarse en tres aspectos: en primer lugar, se deben replantear los trazos para que tengan conectividad con el Metro y el Metropolitano; en segundo lugar, deben ubicarse espacios (terrenos) que sirvan de patio de maniobras, zonas de descanso y baños; y, en tercer lugar, es necesario apurar la llegada de los “buses patrón”, que son los que corresponden a los corredores.
Los taxis deben organizarse también de manera sistémica e incorporar dentro de este ordenamiento las ciclovías y los mototaxis en las zonas populares. Debe promoverse asimismo la inversión privada en por lo menos tres trenes de cercanías (sur, norte y centro).
Las líneas del Metro de Lima y Callao deben acelerarse (la línea uno ya funciona, la dos está en construcción y las líneas tres y cuatro están siendo estudiadas), en nuestra opinión, siguiendo el mismo procedimiento concursal de la línea uno (concurso-oferta a precios unitarios). Esta es actualmente una función del Gobierno Nacional.
Las megaobras actualmente en construcción (vías rápidas urbanas) deben manejarse coordinadamente -y de preferencia adelantando etapas- para facilitar el tránsito de vehículos particulares y transporte público. Allí están las concesiones “Vía Parque Rímac”, “Rutas de Lima”, “Vía Expresa Sur” y “Vía Expresa de la Javier Prado”, con más de US$ 1,500 millones de inversiones comprometidas.
Mientras todo esto se construye y se gerencia, hay que pensar en medidas extraordinarias: mucha “ingeniería de tránsito” y quizás un sistema temporal de “pico-placa” para la salida programada de los vehículos particulares en algunos días de la semana como mecanismo para disminuir el caos y la congestión actual.
Todo debe apuntar a metas muy concretas: que en los próximos diez años se complete el funcionamiento del sistema; que todos los habitantes de Lima y Callao puedan acceder al mismo de alguna manera; que se permita al usuario utilizar varios modos de transporte con una sola tarjeta de pago; y, que el tiempo que ahora dedicamos al transporte público diariamente disminuya de tres a una hora, con la consiguiente mejora en la calidad de vida de la población.
Como en el transporte, en todo orden de cosas, Lima necesita soluciones estratégicas y no medidas aisladas como hasta ahora ha sucedido. Es el tiempo de mega-soluciones para una mega ciudad.
http://elcomercio.pe/opinion/colaboradores/transporte-integral-rapido-y-masivo-enrique-cornejo-noticia-1783589
Los expertos señalan que una ciudad, a partir de los 3 millones de habitantes, debe tener ya un sistema integral de transporte rápido y masivo. Lima está atrasada 40 años. Por ello, lo que la ciudad necesita es un sistema de transporte integral. Haciendo el paralelo, este debe ser como el sistema circulatorio del cuerpo humano: el corazón debe ser el Metro; las arterias el Metropolitano y los vasos capilares los corredores alimentadores y complementarios. Todos son necesarios, no compiten entre sí y ninguno por sí mismo puede lograr el objetivo de que circule la sangre al corazón y viceversa.
El sistema debe sustentarse necesariamente en el Metro de Lima y Callao (Tren Eléctrico), con todas sus líneas, por tres razones: primero, porque es el que capta la mayor cantidad de pasajeros; segundo, porque implica la infraestructura de mayor complejidad de ingeniería y de mayor costo; y tercero, porque es el estructurador de demanda que se complementa con otras alternativas.
Sobre la base del Metro se deben desarrollar los “corredores segregados de buses” (lo que en Lima se denomina el “Metropolitano”), los corredores alimentadores (por ejemplo, el Corredor Azul), un sistema ordenado de taxis, las vías rápidas urbanas para vehículos particulares y los trenes de cercanías (ya se ha presentado una iniciativa privada para un primer tren entre Cañete y Villa El Salvador). Incluso se deben incorporar mototaxis y bicicletas para completar el sistema.
Conceptualizado el problema de una manera integral, lo primero que habrá que hacer es dejar la "política de compartimentos estancos” que observamos en la ciudad. Para el Alcalde Castañeda, la reforma del transporte se sustenta en el Metropolitano (ha planteado una nueva línea sobre Circunvalación); para la ex alcaldesa Susana Villarán, la reforma se basa en los corredores alimentadores y complementarios (Corredor Azul, Javier Prado, etc.); y, para el Gobierno Nacional (Ministerio de Transportes y Comunicaciones), se fundamenta en el Metro de Lima Y Callao.
Esta manera de ver las cosas debe cambiar urgentemente. Debe buscarse una visión única y coordinada para racionalizar esfuerzos, disminuir costos y evitar lo que ahora ocurre: cada uno va por su lado e incluso con propuestas que se superponen y contradicen. Para ello podría ayudar una propuesta que va ganando consenso: la creación de una Autoridad Autónoma de Transporte de Lima y Callao, que deberá lograrse con el concurso del Gobierno Nacional y los Municipios Provinciales de Lima y Callao.
En el muy corto plazo, se deben completar las obras que el Municipio de Lima debe desarrollar contractualmente para que se inicie la concesión del Metropolitano (todavía no están corriendo los diez años de la concesión), se mejore la oferta de buses y se renegocie el contrato para que las tarifas no estén manejadas por los concesionarios (eso no ocurre en ningún sistema de transporte público).
En el caso de los corredores iniciados por la administración de Susana Villarán, estos deben continuar y mejorarse en tres aspectos: en primer lugar, se deben replantear los trazos para que tengan conectividad con el Metro y el Metropolitano; en segundo lugar, deben ubicarse espacios (terrenos) que sirvan de patio de maniobras, zonas de descanso y baños; y, en tercer lugar, es necesario apurar la llegada de los “buses patrón”, que son los que corresponden a los corredores.
Los taxis deben organizarse también de manera sistémica e incorporar dentro de este ordenamiento las ciclovías y los mototaxis en las zonas populares. Debe promoverse asimismo la inversión privada en por lo menos tres trenes de cercanías (sur, norte y centro).
Las líneas del Metro de Lima y Callao deben acelerarse (la línea uno ya funciona, la dos está en construcción y las líneas tres y cuatro están siendo estudiadas), en nuestra opinión, siguiendo el mismo procedimiento concursal de la línea uno (concurso-oferta a precios unitarios). Esta es actualmente una función del Gobierno Nacional.
Las megaobras actualmente en construcción (vías rápidas urbanas) deben manejarse coordinadamente -y de preferencia adelantando etapas- para facilitar el tránsito de vehículos particulares y transporte público. Allí están las concesiones “Vía Parque Rímac”, “Rutas de Lima”, “Vía Expresa Sur” y “Vía Expresa de la Javier Prado”, con más de US$ 1,500 millones de inversiones comprometidas.
Mientras todo esto se construye y se gerencia, hay que pensar en medidas extraordinarias: mucha “ingeniería de tránsito” y quizás un sistema temporal de “pico-placa” para la salida programada de los vehículos particulares en algunos días de la semana como mecanismo para disminuir el caos y la congestión actual.
Todo debe apuntar a metas muy concretas: que en los próximos diez años se complete el funcionamiento del sistema; que todos los habitantes de Lima y Callao puedan acceder al mismo de alguna manera; que se permita al usuario utilizar varios modos de transporte con una sola tarjeta de pago; y, que el tiempo que ahora dedicamos al transporte público diariamente disminuya de tres a una hora, con la consiguiente mejora en la calidad de vida de la población.
Como en el transporte, en todo orden de cosas, Lima necesita soluciones estratégicas y no medidas aisladas como hasta ahora ha sucedido. Es el tiempo de mega-soluciones para una mega ciudad.
http://elcomercio.pe/opinion/colaboradores/transporte-integral-rapido-y-masivo-enrique-cornejo-noticia-1783589
De acuerdo.....
ResponderEliminarNo veo en Castañeda esta visión estratégica, esta muy pegado a los intereses de sus patrocinadores.
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