El 12 de enero pasado un incendio se registró en las instalaciones de la Autoridad Autónoma del Tren Eléctrico (AATE) ubicada en la Avenida Solidaridad en Villa El Salvador (VES). Al promediar las 12.26 horas de aquel miércoles, los bomberos de la unidad N° 134 de Surco acudieron al llamado de emergencia que hicieron desde la sede de VES. ¿Qué sucedió aquel día y por qué hasta ahora todo se ha mantenido en el más discreto silencio?Todo empezó con una denuncia anónima hecha a diario16. Un empleado, cuyo nombre mantendremos en reserva por obvias razones, nos informó del evento ocurrido en enero último. “A nosotros los trabajadores nos amenazaron para guardar este incendio”, decía parte del correo enviado. Cuando este periodista fue a Villa El Salvador todos los trabajadores negaron que hubiese existido un siniestro. Solo algunos vecinos se animaron a indicarnos que ocurrió un incendio pero que nadie les precisó de qué se trataba.
Sin embargo, diario16 consiguió un documento que revela la magnitud del incendio del 12 de enero en las instalaciones del Tren Eléctrico. El Oficio 002-2011-MTC-33.3 está dirigido a Hernán Sánchez Borea, jefe de la Compañía de Bomberos Santiago Apóstol de Surco y está firmado por el ingeniero Jhonny Garro Fernandini, gerente de la Unidad gerencial de Operaciones y Mantenimiento de AATE. La fecha corresponde al 14 de enero de este año.
“Nos dirigimos a usted para indicarle que el 12 de enero de 2011 se suscitó un incendio de medianas proporciones en las instalaciones de la Autoridad Autónoma del Tren Eléctrico, en el ambiente destinado a Laboratorio de Equipos Electrónicos, trayendo como consecuencia la pérdida total de los equipos de dicho laboratorio”, señala la misiva. “Solicitamos a su dependencia nos haga llegar el informe de lo ocurrido por ser indispensable para la Compañía de Seguros”, concluye el documento.
diario16 también obtuvo el documento que les entregó, como respuesta a AATE, el Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú. El Parte de Emergencia 2011-0022384 señala que “a nuestra llegada se encontró un depósito de aproximadamente 32 m2 en un primer nivel el cual se encontraba totalmente prendido”. Asimismo señala como “persona afectada” al trabajador Rafael Reyes Vivas. Ubicamos a Reyes para que nos dé su versión de los hechos, pero al final desmintió la gravedad del siniestro, “fue un incendio pequeño, solo se quemaron sillas y mesas viejas”, nos dijo.
Falso. Este periodista conversó con algunos de los bomberos que participaron aquella tarde en el incendio del Laboratorio de Equipos Electrónicos del Tren Eléctrico, quienes confirmaron que los documentos arriba descritos grafican la magnitud del siniestro. Nuestro diario considera que la labor del bombero es en nuestro país un apostolado y, por ende, mantendrá el anonimato de los hombres de rojo quienes podrían sufrir alguna represalia por sus declaraciones, las que revelan que el incendio no fue ‘chancay de a veinte’.
“Encontramos una habitación de 6x6, totalmente prendida, era el laboratorio electrónico, había thinner, diesel, gasolina, material totalmente inflamable. Habían cosas electrónicas, computadoras, todo el sistema que hace (funcionar) al tren (eléctrico). Al costado había un depósito de combustible pero no llegó a prenderse. Había (en el laboratorio) motores medianos, baterías, muchísimas cosas calcinadas, muy prendidas. Inclusive a unos tres metros estaban los vagones del tren eléctrico, había unos 8 vagones, un poco más tal vez. Todo el sistema electrónico del tren”, nos dice uno de los bomberos que apagó el incendio.
El evento no dejó heridos pero dice el bombero que todo quedó absolutamente destruido. “Tanta era la temperatura que inclusive nuestros equipos, nuestros cascos, nuestras viseras quedaron dañadas. La temperatura era de más de mil grados, el fuego no era rojo vivo sino tenía lengüetas azules, lo que indica que hay productos químicos”, nos informó un bombero.
El director ejecutivo de la Autoridad Autónoma del Tren Eléctrico, Oswaldo Plasencia, confirmó a este diario el siniestro aunque minimizó sus consecuencias. “El equipamiento que se ha quemado son cosas muy antiguas, es difícil establecer un costo porque en ese tipo de equipamiento no hay una cotización actualizada, el seguro tendrá que establecer los valores y esas cosas”, nos dijo cuando le preguntamos por el costo total de los daños del incendio.
Luego, consultado por la carta enviada donde se confirma la pérdida total de los equipos dijo que se quemaron “una parte de las tarjetas, estamos en esa reposición”. Repreguntamos por las computadoras y respondió “no, computadoras no (se incendiaron)”. Entonces le dijimos que los bomberos afirmaban ello y retrocedió en su respuesta: “Las computadoras han sido antiguas, todo el equipo es de hace 20 años, la valoración es un poco complicada”.
Queríamos preguntarle más cosas a Plasencia pero no fue posible porque nos interrumpió diciendo “hazme un favor, llámame en una hora, más o menos”. No volvió a responder el teléfono.
ROBERTO MORE more@diario16.com.pe
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