Eduardo Salinas Y.
Son las 6:20 a.m. y la señora Amanda Retes inicia un largo peregrinaje
hacia el Metro de Lima. Llega a la estación de Villa El Salvador y su
objetivo es abordar el tren en el menor tiempo posible para llegar
temprano al trabajo.
Lamentablemente, Amanda, de 58 años, debe enfrentar barreras que cada
día se tornan más difíciles: recorrer largas colas, subir escaleras
angostas, pasar puertas giratorias y ganar un espacio en el terminal
repleto de gente.
Y es que el Metro de Lima ya no es el servicio cómodo, seguro y rápido
de hace unos años; hoy es un medio de transporte colapsado. Desde
febrero, la afluencia de público se ha incrementado de forma desmedida
hasta llegar a los 340 mil usuarios de hoy.
Esto genera las largas colas de más de seis cuadras para ingresar en
las mañanas a las estaciones de Villa El Salvador, Parque Industrial,
Villa María, San Juan y Atocongo.
Y por el lado de San Juan de Lurigancho, el caos también se ve en las
estaciones de Bayóvar, Santa Rosa, San Martín, Los Jardines y Caja de
Agua.
Pero no solo las largas colas incomodan a los usuarios; también llegar
al andén. Ahí, la ley de los empujones, insultos y reclamos son el pan
de cada día antes de ingresar al tren. "Apretados entramos, pero no
perdemos tiempo", dice un señor en Atocongo.
El destino final para la mayoría de los usuarios son las estaciones
Miguel Grau y Gamarra, zonas céntricas de la ciudad. En esos puntos los
segundos son contados para salir o abordar el Metro y los agentes de
seguridad se esfuerzan para mantener el orden, pero son superados por la
masa.
"A veces, con tanta gente tengo que esperar hasta el quinto tren para
abordar; mire, mi paradero inicial es Villa El Salvador y tengo que
bajar en la estación Angamos, es un tramo corto, pero demoro más de 40
minutos, no debería ser así", se queja Amanda.
Ella cuenta que sale de su casa a las 6:20 de la mañana para llegar a
su trabajo antes de las nueve; le toma dos horas y media llegar hasta
Surquillo. Asegura que en más de una ocasión tuvo que abandonar la cola
para tomar una mototaxi y llegar a la siguiente estación, porque en el
Parque Industrial suele haber menos colas.
La desesperación de los usuarios obliga a que algunos intenten entrar
exponiéndose a peligros; algunos meten la mano para impedir que las
puertas se cierren y son arrastrados por el metro. Solo en el mes de
abril se reportaron tres accidentes.
LO QUE DICE LA LÍNEA 1
"Efectivamente, el servicio del Metro está saturado, los pasajeros
entran empujándose; es más, algunos usuarios meten la mano para que los
sensores de las puertas no se cierren, hay mucha imprudencia de la
gente", dice Rodrigo Fernández de Paredes, vocero de la Línea 1 del
Metro de Lima.
Fernández explica que en hora punta, a partir de las 6 de la mañana,
los trenes salen en simultáneo desde las estaciones iniciales (en Villa
El Salvador y Bayóvar).
Parten casi llenos y en la segunda estación los vagones completan su
capacidad, por lo que en las siguientes estaciones los usuarios no
tienen opción a poder ingresar a este medio de transporte.
"En el 2012, cuando teníamos solo cinco trenes, había 80 mil pasajeros
por día. Luego, cuando incorporamos 19 trenes más y se abrió la ruta
hacia San Juan de Lurigancho, aumentó la demanda en 125 mil pasajes y
hoy estamos en 340 mil usuarios diarios. Este número de viajeros se
había proyectado para el 2035", asegura Fernández de Paredes.
Ante esta situación, surge una pregunta: ¿cómo se solucionará en el largo y corto plazo la situación del Metro?
En el largo plazo, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC)
va a adquirir 20 trenes nuevos, pero el primer par llegará a Lima el
segundo semestre del 2016. Además se tendrá que ampliar el patio de
maniobras ubicado en San Juan de Lurigancho; esto quiere decir que la
solución a largo plazo demandará unos dos o tres años.
"Son 20 trenes adicionales, se está negociando con el MTC para que el
Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) dé el visto bueno, a fin de que
el proveedor, que es una firma española, concrete todo. Calculamos que
la orden de compra se realizará en tres meses".
Y agrega: "Los nuevos trenes ya no vendrán con cinco vagones, si no con
seis, esto permitirá que aborden 1.200 pasajeros y aparte se traerán
más vagones para completarlos a los 19 trenes que vienen dando servicio
en la actualidad", comenta el vocero de Línea 1 del tren.
MEDIDA DE CORTO PLAZO
Como la llegada de los nuevos trenes tardará mucho, los funcionarios de
la Línea 1 tomaron una decisión para enfrentar la crisis en el corto
plazo y lograr que en las estaciones no se aglomere tanta gente. La idea
es evitar complicaciones en el tema de la seguridad.
¿De qué se trata? A partir del 19 de mayo, los usuarios entrarán a las
estaciones en grupos a fin de dosificar la carga de pasajeros y evitar
una aglomeración de gente en los andenes.
"Las colas se realizarán fuera de las estaciones y según como la gente
aborde los trenes se avanzará; de esta forma se dosificará el ingreso de
los clientes. Para ello se colocarán ordenadores de filas afuera de las
estaciones. Si el sistema se encuentra saturado no permitiremos que los
usuarios sigan ingresando", explica Fernández de Paredes.
Esta medida también hará que el usuario decida buscar otro medio de
transporte, lo cual aliviará la carga que soporta diariamente el Metro.
Y quienes salgan más temprano de casa para evitar las colas encontrarán
agentes de la Policía prestando seguridad, semáforos de ingreso, vallas
de seguridad, control de equipajes, etc. Todo ello para evitar
complicaciones e impedir que los pasajeros intenten abordar al tren con
grandes objetos que dificultan el ingreso de más personas, como en las
estaciones de Gamarra o Villa El Salvador.
“Para evitar que los andenes se saturen en horas punta, se habilitarán
solo dos torniquetes en la entrada. Preferimos las filas de gente afuera
que adentro de la estación, porque es peligroso. A veces, cuando el
tren está lleno y el andén está repleto de gente, se produce esa
fricción entre los usuarios, queremos evitar algún incidente lamentable,
como el riesgo de una caída a la vía, tumultos al ingresar al tren,
retrasos en los viajes o accidentes en cierres de puertas”, detalla el
funcionario.
MÁS CLIENTES
Hay que tener en cuenta que la utilización del Metro en Lima es vital
para muchos usuarios, ya que se trata de un transporte masivo y moderno.
Son cinco líneas que se irán construyendo durante los próximos años.
Justamente, el Gobierno iniciará la próxima semana las obras de la Línea
2 que conectará Ate con el Callao.
“Que el tren tenga mayor demanda de pasajeros es una buena noticia,
porque tiene un flujo ininterrumpido de inicio a fin; el Metro traslada
300 mil pasajeros al día, pero debería transportar a 500 mil usuarios,
ya que los demás sistemas están colapsados. El alto tránsito que hay en
las principales avenidas es prueba de ello. Por este motivo es
importante subsanar los problemas que suceden en hora punta en el Metro,
como adquirir más trenes, porque el servicio tiene éxito, porque los
usuarios lo usan”, opina Miguel Sidia, experto en temas de transporte.
Recuerda que en un solo viaje el tren puede transportar a mil personas,
mientras que el Metropolitano en sus buses pueden ingresar no más de
200 pasajeros. Por ello la importancia del servicio.
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