En abril de 1990, poco antes de culminar su primer gobierno, el presidente Alan García inauguró el tramo inicial de su más famosa obra inconclusa: el Tren Eléctrico. Diecinueve años después, en el segundo gobierno de AGP, todo indica que el relanzamiento va en serio.
Por Raúl Mendoza
Es posible que el 2011 o quizá el 2012 podamos ver, por fin, al Tren Eléctrico atravesando las calles de Lima. El gobierno aprista, que inició la obra en los 80, está decidido a relanzar el proyecto para completar su trazo original el próximo año: 12.1 kilómetros, que se construirán a un costo de 500 millones de dólares para que llegue al cruce de las avenidas Grau y Aviación, en La Victoria. El tramo completo (Villa El Salvador-Grau) atravesará ocho distritos y para que sea rentable tendrá que transportar unas 250 mil personas todos los días.
Hace dos semanas el Ministerio de Transportes dio el primer paso del ‘relanzamiento’ entregando la supervisión de las obras civiles y de electromecánica a un consorcio peruano-suizo. También anuncia la adjudicación de la ejecución de las obras, y la concesión de la operación y mantenimiento del tren. El dinero ya se ha gestionado: la Corporación Andina de Fomento desembolsará antes de marzo del 2010 un monto de 300 millones de dólares –el Estado peruano pondrá el resto–, con lo que esta vez no se frustraría la operación como ocurrió antes. En junio pasado el MTC sustituyó a la Municipalidad de Lima y se hizo cargo del proyecto.
Es decir, las condiciones están dadas para que el Tren Eléctrico se eche a andar. Y una vez iniciadas las obras, estas deberán culminarse en 18 meses. Se trata de 12.1 kilómetros que deben avanzar en una vía elevada como la que actualmente existe hasta San Borja y que incluye 9 estaciones que terminan en la Estación Intermodal Grau, frente al hospital Dos de Mayo. Cuando el tren opere, se podrá llegar de la estación inicial en Villa El Salvador a Grau en 30 minutos. Hoy el mismo recorrido se hace en combi o microbús en una hora y media.
El gobierno tiene la voluntad de concluir la obra, pero no solo se trata de que el tren camine. Hay varios aspectos técnicos a considerar. El consultor en transporte Miguel Sidia señala algunos de ellos: 1) Tendrá que subvencionarse el pasaje. “Todos los trenes del mundo son subvencionados. La tarifa no puede ser muy alta porque nadie subiría”. 2) Las rutas de combi que siguen el recorrido del tren deberán ser canceladas. “La idea no es que el tren compita con las combis, sino que traslade más rápido a quienes antes usaban ese servicio”. 3) Cambiar las zonificaciones en la ruta del tren para densificar esas zonas. “Se necesitan muchos pasajeros para que el tren sea sostenible”.
A favor y en contra
¿Es necesario el Tren Eléctrico para la ciudad? Entre los expertos consultados hay posiciones a favor y en contra. La regidora de Lima Marisa Glave tiene una objeción principal: su alto costo. “El tren ha costado hasta el momento 300 millones de dólares solo para tener operativo el tramo de Villa El Salvador a Atocongo –un poco más de 9 kilómetros– y dar mantenimiento a los trenes. Ahora el tramo hasta Grau costará 500 millones de dólares más. Es decir, se va a gastar 800 millones en un medio de transporte que solo atenderá al 3% de la población de Lima. No se justifica”.
Haciendo un comparativo, ella indica que por ejemplo El Metropolitano tiene los mismos beneficios que el tren y es más barato. “El Metropolitano tiene un recorrido mayor, horarios establecidos y ha costado alrededor de 250 millones de dólares, aun con los aumentos de presupuesto y la variación de cronograma. Y por la experiencia de otros países está demostrado que una inversión en corredores segregados rápidos y de alta capacidad, te permiten un sistema de transporte seguro y no tan costoso”. Ella ve en esta propuesta la intención de Alan García de cerrar una deuda con el pasado. “Él quiere borrar esa estructura vacía que habla de la ineptitud de su primer gobierno”.
Desde la otra orilla, el sociólogo urbanista Pablo Vega Centeno sí está de acuerdo con culminar el tramo que falta. “Lima es una ciudad enorme y necesita un sistema de transporte multimodal, es decir de varios tipos. Hay especialistas y políticos que dicen que todo se resuelve con una sola fórmula, pero todas las ciudades del mundo con sistemas exitosos tienen distintos medios de transporte”. Otro aspecto positivo que él ve, es que aquí por fin el Estado empieza a involucrarse en la gestión del transporte. “Servirá para integrar los distintos sistemas”, dice.
De la misma opinión es Miguel Sidia, quien señala que el tren será una buena alternativa para la ciudad. “Si hay financiamiento para hacerlo, lo mejor es culminarlo y lograr con el tiempo la demanda de viajes que lo hagan factible. Puede interconectarse con el sistema Metropolitano o extenderse un poco más hasta San Juan de Lurigancho –como estaba previsto a futuro– con lo que llegaría a más personas. No se puede descartar nada a priori”, comenta. Acepta que el sistema podría tener costos muy elevados, pero lo invertido en el pasado justifica el gasto ahora.
Tren en Lima
Actualmente solo el tramo Villa El Salvador-Atocongo está completo y equipado. El sistema cuenta con cinco trenes de seis coches cada uno, pero si funcionara necesitará quince más. Un estudio de la Autoridad Autónoma del Tren Eléctrico (AATE) señala que entre el 2010 y el 2011 deberían estar transportando unos 16 mil pasajeros por hora y que el pasaje podría costar 1.40 soles. Si ese precio se mantiene, con seguridad el público se pasaría a un transporte que ahorraría tiempo y estrés para llegar a cualquiera de los puntos de su ruta.
Una última inquietud tiene que ver con el caos que podrían provocar las obras. “El tren paralizaría Lima”, puso un diario en una nota, refiriéndose a las obras que pueden venirse el 2010 o el año subsiguiente. Sí pues, según los expertos habría que seguir sufriendo los gigantescos e infartantes embotellamientos que genera el caos vehicular. Y es que van a cerrarse las avenidas principales que el tren cruza en su ruta: Primavera, Javier Prado, Arriola, México. Falta ver, en un par de años, si valdrá la pena soportar tanto caos. El Tren Eléctrico ha inspirado documentales, canciones en clave de humor y un sinfín de materiales más. ¿Lo llegaremos a ver pronto? ¿O será como en esa propuesta artística que proyectaba que toda la red del Tren Eléctrico –siete rutas– estaría lista recién en el año 2427?
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