La seguridad en la línea 1 del metro de Lima
ha recibido numerosas críticas desde el 19 de febrero. Aquel día, se
difundieron las imágenes de un grupo de vándalos que ingresó a la
estación Santa Rosa, en San Juan de Lurigancho (SJL), con la intención
de pintarrajear los vagones. Tras enfrentarse a los vigilantes
particulares que viajan en los trenes, los sujetos huyeron de la
estación sin mayores inconvenientes. Nadie los identificó ni denunció.
En recorridos que realizó El Comercio en las 26 estaciones del llamado tren eléctrico, se observó que 14 no son vigiladas en su interior ni en los alrededores de la vía pública por agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP). Estas paradas se ubican en SJL, El Agustino, Villa María del Triunfo y Villa El Salvador, algunas de las zonas más peligrosas que recorre el tren.
La falta de seguridad en la línea 1 fue reconocida por el director general de la PNP, Vicente Romero Fernández. “Estamos preocupados. He conversado con la Región Policial Lima para que los escuadrones de emergencia de las comisarías cercanas refuercen la seguridad en las estaciones en los próximos días”, declaró ayer el oficial a este Diario.
Cada día, 320 mil personas utilizan el metro de Lima, que conecta Villa El Salvador con SJL. Rodrigo Fernández de Paredes, gerente de relaciones institucionales de la línea 1, manifestó que el apoyo de la PNP debería ser mayor en las zonas aledañas a las estaciones. No obstante, dijo que en el metro –donde la seguridad es responsabilidad de la empresa– “son pocos los casos de robos o hurtos”.
“Para dar seguridad afuera de los embarques estamos prestos a colaborar con los distritos y la PNP. Hemos ofrecido los espacios que están en los frontis de las estaciones para que se construyan bases de seguridad ciudadana, pero no ha habido respuesta hasta el momento”, indicó Fernández de Paredes.
Rosa Cartagena es una comerciante de la galería Multimoda, ubicada a pocos metros de la estación Bayóvar, en SJL. Para ella, la llegada del tren eléctrico le genera sentimientos de amor-odio.
“Podemos movilizarnos más rápido y tenemos más clientela, pero han aumentando los robos. Los delincuentes ven que por aquí hay mucho movimiento y vienen. Faltan policías y serenos”, aseguró.
En noviembre del año pasado, 22 personas fueron detenidas por la PNP en una operación en las diversas estaciones del metro. Los intervenidos eran buscados por robo y tráfico ilícito de drogas, y operaban en los alrededores de las paradas.
MAYOR COORDINACIÓN
Noam López, del Laboratorio de Criminología de la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas de la PUCP, indicó a este Diario que las comunas por donde pasa el tren podrían aprovechar las cámaras de seguridad de la línea 1, para monitorear de forma efectiva el crimen.
“Para las municipalidades, las imágenes proporcionarán información sobre frecuencias de los robos, tipos de delitos, patrones de asociación delictiva. Para la policía, todo lo registrado servirá de prueba. La cámara por sí sola no sirve, hay que hacer un análisis permanente de lo que está captando”, indicó.
El general PNP (r) Eduardo Pérez Rocha, ex director del Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana, afirmó que lo que sucede en las estaciones del tren es una muestra de la poca coordinación que hay entre las comunas y la policía para resguardar ciertos puntos importantes de la ciudad.
“El que termina expuesto a robos es el usuario”, afirmó.
En recorridos que realizó El Comercio en las 26 estaciones del llamado tren eléctrico, se observó que 14 no son vigiladas en su interior ni en los alrededores de la vía pública por agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP). Estas paradas se ubican en SJL, El Agustino, Villa María del Triunfo y Villa El Salvador, algunas de las zonas más peligrosas que recorre el tren.
La falta de seguridad en la línea 1 fue reconocida por el director general de la PNP, Vicente Romero Fernández. “Estamos preocupados. He conversado con la Región Policial Lima para que los escuadrones de emergencia de las comisarías cercanas refuercen la seguridad en las estaciones en los próximos días”, declaró ayer el oficial a este Diario.
Cada día, 320 mil personas utilizan el metro de Lima, que conecta Villa El Salvador con SJL. Rodrigo Fernández de Paredes, gerente de relaciones institucionales de la línea 1, manifestó que el apoyo de la PNP debería ser mayor en las zonas aledañas a las estaciones. No obstante, dijo que en el metro –donde la seguridad es responsabilidad de la empresa– “son pocos los casos de robos o hurtos”.
“Para dar seguridad afuera de los embarques estamos prestos a colaborar con los distritos y la PNP. Hemos ofrecido los espacios que están en los frontis de las estaciones para que se construyan bases de seguridad ciudadana, pero no ha habido respuesta hasta el momento”, indicó Fernández de Paredes.
Rosa Cartagena es una comerciante de la galería Multimoda, ubicada a pocos metros de la estación Bayóvar, en SJL. Para ella, la llegada del tren eléctrico le genera sentimientos de amor-odio.
“Podemos movilizarnos más rápido y tenemos más clientela, pero han aumentando los robos. Los delincuentes ven que por aquí hay mucho movimiento y vienen. Faltan policías y serenos”, aseguró.
En noviembre del año pasado, 22 personas fueron detenidas por la PNP en una operación en las diversas estaciones del metro. Los intervenidos eran buscados por robo y tráfico ilícito de drogas, y operaban en los alrededores de las paradas.
MAYOR COORDINACIÓN
Noam López, del Laboratorio de Criminología de la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas de la PUCP, indicó a este Diario que las comunas por donde pasa el tren podrían aprovechar las cámaras de seguridad de la línea 1, para monitorear de forma efectiva el crimen.
“Para las municipalidades, las imágenes proporcionarán información sobre frecuencias de los robos, tipos de delitos, patrones de asociación delictiva. Para la policía, todo lo registrado servirá de prueba. La cámara por sí sola no sirve, hay que hacer un análisis permanente de lo que está captando”, indicó.
El general PNP (r) Eduardo Pérez Rocha, ex director del Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana, afirmó que lo que sucede en las estaciones del tren es una muestra de la poca coordinación que hay entre las comunas y la policía para resguardar ciertos puntos importantes de la ciudad.
“El que termina expuesto a robos es el usuario”, afirmó.
http://elcomercio.pe/lima/seguridad/catorce-estaciones-metro-no-tienen-resguardo-policia-noticia-1882959
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