martes, 5 de julio de 2011

Con metros, trenes y buses articulados buscan mejorar el servicio público

Sin embargo, una gran cantidad de estos vehículos suele ser de mala calidad en varias capitales de América Latina


Buses en mal estado y mala calidad del servicio parecen ser un común denominador para el transporte público en varias capitales del centro y sur de América.

En Sao Paulo (Brasil), los habitantes pueden pasar casi tres horas al día en medio de los atascos, dentro de buses abarrotados e incómodos. Mientras tanto, en Buenos Aires (Argentina) muchos pasajeros del servicio público se han cambiado al auto particular, por el estado de los buses y la desorganización de las rutas.
Como en la capital argentina, en varias ciudades la baja calidad del servicio público y las facilidades para adquirir un vehículo los han llevado a comprar uno.

Con menos de un año de funcionamiento, el Metropolitano, sistema de buses articulados de Lima que moviliza a 300.000 personas al día, ha logrado que varios usuarios de vehículos se cambien a los buses. Por estas razones, Buenos Aires inaugurará este mes un sistema similar, el Metrobus, inspirado en el Transmilenio de Bogotá que moviliza al día 1,5 millones de pasajeros.

Los metros y los sistemas masivos de transporte han sido las formas en que los gobiernos locales han intentado organizar el servicio público que resulta ineficiente y costoso para el ciudadano promedio. Son esfuerzos que, en algunos casos, han resultado insuficientes y, en otros, han logrado robarle adeptos al auto particular.
En al menos 7 de 11 capitales analizadas por los periodistas del GDA, el transporte masivo de pasajeros en buses, organizados por rutas, paraderos y sistemas de cobro a través de tarjetas, ha sido una buena respuesta a la demanda de usuarios.

CLAVES

En Sao Paulo, Caracas y Ciudad de México, tres de las ciudades donde funciona el metro, el sistema ha quedado corto, como el caso de Metro Caracas, que ha sido blanco de críticas por la calidad del servicio, la falta de mantenimiento de vagones y la saturación de usuarios. Además, las estaciones se han convertido en foco de inseguridad.

Montevideo (Uruguay) ha buscado atender las demandas de los usuarios y por eso reestructuró el sistema de transporte de 2.500 vehículos públicos. La ciudad ha instalado dentro de los buses máquinas expendedoras de boletos, tarjetas magnéticas, cámaras de video y seguimiento de los vehículos mediante GPS.

El Comercio

No hay comentarios:

Publicar un comentario