lunes, 28 de abril de 2014

ALAN AHORA DA CÁTEDRA DE CÓMO DEBE CONSTRUIRSE UNA OBRA PÚBLICA

Bajo la cultura del perro del hortelano, el expresidente Alan García criticó la firma del contrato para la Línea 2 del Metro de Lima, que tendrá 35 kilómetros de extensión y un costo de 5 mil 800 millones de dólares.
García recordó que el tren eléctrico, que propuso en 1986, tiene 34 kilómetros (Villa El Salvador - San Juan de Lurigancho), cuyo costó final fue de “2 300 millones de dólares a precio de hoy”. 

¿Por qué tal diferencia de precios, diferencia que la población pagará con impuestos o con el precio creciente de los pasajes?, preguntó el exmandatario, en una columna del diario de la concentración de medios titulada “Advertencia antes de un error”. 
Lejos de recordar los errores en su ópera prima, que estuvo inconclusa por más de 20 años, García continuó ‘escueleando’ al gobierno actual.

Precisó que el proyecto Línea 2 frenó la posibilidad de proponer otras alternativas de construcción como la trinchera (túnel de poca profundidad), el túnel minero (NATM por sus siglas en inglés) o la vía elevada en algunas zonas del Callao, donde un túnel bajo el nivel del mar enfrenta un gravísimo peligro en caso de sismo y tsunami. 
“Ese proyecto único obliga a ejecutar desde ahora obras que solo se usarán en los próximos diez o 15 años, en lugar de hacerlo gradualmente, según la demanda. Hacer, por ejemplo, un patio de trenes o estaciones extensas para más coches conducirá a que, para el momento en que los equipos sean usados, estos ya sean obsoletos y deban ser sustituidos”, explicó. 

LE DAN CON PALO 

Gerardo Caballero, periodista de El Comercio, no se casó con Alan y lanzó una dura crítica a los consejos del expresidente aprista. 
“¡Qué gran cuajo el de este señor. Durante su primer gobierno, la agencia de cooperación japonesa recomendó construir el tren eléctrico por el mismo trazo que el Paseo de la República. García se opuso porque no iba a construir su tren por el zanjón de Bedoya. Le dijeron que por la avenida Aviación el tren no llevaba hacia ninguna parte”, dijo el colega. 

Además, cuestionó que ahora García dé cátedra, como si la obra de la Línea 1 hubiera sido un éxito desde el principio. 
“Y en efecto: ¿a dónde has llegado cuando te bajas en la avenida Grau? ¿No resulta acaso que el Metropolitano tiene más demanda que el tren? Pero a este señor no le importaron las propuestas técnicas, sino su ego y su cálculo político. Y ahora viene, pues, a escuelear y a dárselas de tecnócrata y estadista de altura. ¡Cínico!”, disparó.

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